Texto: Octavio Díez Cámara ® Fotos: Octavio Díez Cámara ®, USN, USMC
Rentabilidad, discreción, eficiencia, operatividad, efectividad,…, son algunos términos que se emplean para identificar algunas capacidades militares de los actuales ejércitos. La suma de todo ese potencial, y de otros muchos valores positivos, los encontramos en un concepto que cada vez está más en boga. Se trata de lo que en inglés se conoce como “Spec Ops” y que en castellano llamamos Operaciones Especiales (OE’s), una metodología de trabajo militar que tiene sólo unas pocas décadas de vigencia en lo que es su aplicación más reciente pero que sigue un concepto con numerosas referencias desde los orígenes de las hostilidades bélicas.
Hoy, la situación actual, donde los enfrentamientos clásicos del combate convencional están cada vez más abocados a los llamados conflictos asimétricos y a los entornos híbridos, cobra una especial relevancia la capacidad, demostrada en numerosos escenarios ante adversarios que sobre todo son no convencionales, por pequeñas unidades de élite que han estado adiestradas y preparadas para actuar diligentemente y que, preferiblemente, su presencia pase desapercibida a terceros, en especial a aquellos que pueden intentar actuar contra ellos.
Concepto novedoso
Las OE’s están ahora en boga y, seguramente, van a tener un protagonismo cada vez mayor en los próximos años y décadas. Aprovechar el potencial de pequeños grupos para extraer un gran rendimiento operativo es vital para los planificadores de las acciones militares, como también lo es para los representantes políticos que, cada vez con más ímpetu, buscan un perfil bajo en determinadas actuaciones.
Previsiblemente, y un análisis personal basado en mis conocimientos del concepto y del contacto habitual con aquellos que se dedican a materializarlo me hacen incidir en ese sentido, cada vez van a tener un mayor protagonismo las unidades cualificadas en ese notable estándar profesional de la milicia. Es verdad que lo van a hacer integradas en conceptos como los que se propugnan desde mandos conjuntos que tienen a su disposición una serie de capacidades de diferente potencial y magnitud que, de la forma más adecuada, se combinarán para obtener el mayor rédito de su uso. También lo es que se propugnará cada vez más una especialización de los núcleos, porque no es lo mismo el tener que responder a una necesidad concreta en un entorno litoral costero que trabajar en una zona desértica interior. Se incidirá, con gran acierto, en una combinación adecuada de una capacitación genérica con una especialización que va a ser cada vez mayor y sobre todo técnica, pues habrá siempre personas que por sus conocimientos sean las únicas con la capacidad necesaria para dar respuesta a necesidades puntuales o para aportar a sus compañeros algún aspecto que complemente el potencial del grupo.
Si se ha venido trabajando ya para que dentro del concepto de especialización de las unidades para entornos marítimos, terrestres o aéreos, los operadores -el término anglosajón “operators” puede identificarse así- alcancen un nivel que hasta hace poco parecía no ser necesario. Las unidades más punteras están incidiendo sobre aspectos que hasta no hace mucho parecían no serles relevantes. Se trabaja en despliegues en los que la movilidad en pequeños vehículos puede ser vital para inserciones y extracciones o para patrullas de reconocimiento especial. Se valora que la capacitación del salto manual y el dominio de la técnica de alta cota con oxígeno (HALO/HAHO, High Altitude Low Opening/High Altitude High Opening) pueda facilitar saltos y planeos para llegar a un determinado punto sin que una pequeña fuerza sea detectada o para insertar a un lugar algún técnico específico que sea necesario transportar. Se entiende que el uso de sistemas autónomos como los aéreos controlados a distancia (UAV, Unmmaned Aerial Vehicles) será determinante en la consecución de objetivos puntuales y concretos, pero ya se avanza para afianzar que otros de tipo terrestre o incluso los diseñados para operar en el agua sean de uso cada vez más generalizado. Se estudia cómo aprovechar los desarrollos tecnológicos para lograr una mayor eficiencia y seguridad en lo que son las comunicaciones entre el personal y con sus órganos superiores, para así facilitar la acción de Mando y Control y el desarrollo eficiente de las operaciones. Se busca que el individuo tenga el potencial suficiente como para ser capaz de actuar en grupos muy pequeños y aportar a ellos diferentes capacidades, logrando así sinergias muy positivas en lo que se refiere a los resultados. Se incide en conocer lenguas, escenarios, territorios,…, para que el objetivo de un especialista en OE’s se vea lo menos limitado posible en una ejecución que se desarrolle en entornos donde esos condicionantes puedan marcar la diferencia. Se propugna el trabajo avanzado, formando a grupos de militares locales para que puedan valerse por sí mismos para contrarrestar amenazas clásicas o a grupos terroristas, actuando de forma más certera en su eliminación y evitando así despliegues de terceros en sus propios países.
Desarrollo conceptual
De forma clásica se identificaba a fuerzas especiales con OE’s. Es verdad que hay comunalidad entre ambos conceptos, pero también que hay diferencias. Las primeras pueden ser de varios niveles y las segundas incluirán sólo a aquellos elementos habilitados para situarse dentro del grupo más puntero. Hoy, el término común de “guerrillero” no se asimila a lo que demandará a aquellos que formen parte del concepto “Spec Ops”. También su potencial va más allá del que marca a aquellos colectivos que podrían llamarse, y así se definen de forma habitual, como unidades de élite.
Ser miembro de la comunidad de OE’s, y trabajar en uno de los restringidos grupos que de verdad pueden considerarse como tales, es todo un orgullo para aquellos que obtienen ese potencial. También lo es una realidad palpable hoy y que cada vez lo será más: es un trabajo muy demandante en lo físico y en lo personal, con jornadas de muchas horas y con misiones que se desarrollarán muy alejados de territorio propio y durante muchos meses, lo que requerirá un esfuerzo mayor a la hora de conciliar la vida profesional con la laboral.
Lo señalado no son más que algunos aspectos que les definen. Lo es también una realidad conceptual que muchos incluso en el ámbito militar desconocen en mayor o menor medida, pues ese colectivo ha sido observado en muchas ocasiones desde una posición que puede ser desfavorable respecto de su valoración por terceros. Son militares sí, pero también son “guerreros” y cuando empleo ese término lo hago porque en mi valoración personal estriba que lo que les define es una capacidad de combate que es máxima y va más allá de lo convencional, situándolos en un nivel difícil de alcanzar por la mayoría. Tienen que superar complejos procesos de selección inicial en los que sólo unos pocos son admitidos. Deben seguir varias fases de adiestramiento que duran una media de dos años para alcanzar la capacitación inicial básica y que pueden exigir de dos a cuatro más para alcanzar el grado de operatividad que se les demandará para una operación real.
Lo harán siguiendo planes de adiestramiento muy intensos que les llevarán a diferentes entornos y a trabajar técnicas, tácticas y procedimientos de variada índole, capacitación que en determinados casos tendrán que conjugar con otras cualificación más específicas relacionadas con tecnología, capacidad de neutralización, el uso de armas no convencionales, los conocimientos de explotación táctica de escenarios y lo que en ellos hay,…, o hasta el ser eficientes en diferentes metodologías de inserción. En determinados casos, como sucede en Italia, los militares de OE’s están habilitados para asumir cometidos de carácter antiterrorista especialmente en el exterior, pero también para cooperar con fuerzas de Seguridad interior en determinadas misiones y operativos. El esfuerzo será siempre máximo, la disponibilidad inmediata y el riesgo inherente a sus cometidos también muy alto.
Se volcarán en ser especialmente eficientes y en que esos aspectos y requisitos no limiten su potencial real. Tendrán que dedicar muchas horas para alcanzar aquella excelencia operativa que definirá sus capacidades y en ser especialmente rentables en sus misiones. En general, focalizarán sus objetivos en lo que son acciones directas, reconocimientos especiales y asistencia militar, aunque el secretismo de lo que les caracteriza hará que, seguramente, se vean en algún momento abocados a misiones de otra tipología, como las clásicas de las agencias gubernamentales de Información relacionadas con el ámbito de la Defensa.
Sus operaciones no son, para nada, convencionales. No lo son en una fase inicial porque todo lo que se refiere a objetivo, riesgos, necesidades, etcétera, estará enmarcado en un grado de confidencialidad o discreción que limitará determinadas actuaciones y definirá, en buena medida, como proceder. Tampoco lo es todo lo previo, pues hay que realizar un proceso de planificación que es exhaustivo para recopilar todos aquellos datos del objetivo, del escenario, de la situación colateral, de…, que puedan ser determinantes para tener un conocimiento preciso de lo que se busca y de donde se trabajará. Grupos de personal de OE’s, con una dilatada experiencia a sus espaldas, tendrán que, organizados en células de distinto carácter, involucrarse en coordinar las diferentes actuaciones que se inscriben dentro de un proceso de preparación de una misión que es a todas luces exigente y demandante. Una vez preparada la forma de proceder principal, y todos aquellos alternativos que se prevea tengan que programarse por si acaso, habrá que contar con elementos externos que se vean también involucrados y que serán variopintos; se requerirán desde imágenes por satélite de gran precisión gráfica hasta medios aéreos que trasladen al personal y le den cobertura por el fuego.
A la planificación, que en muchas ocasiones tendrá que realizarse casi en tiempo real porque la premura de ejecución puede ser determinante para lograr el éxito, habrá que añadir una realización detallada de todo lo relacionado con el operativo que se tenga asignado y con el objetivo que se busque neutralizar o las voluntades que se busque obtener. Las OE’s son la suma de una serie de potencialidades y coordinarlas, de forma adecuada y eficiente, no es nada fácil.
Recuerdo ahora un reciente ejercicio de tiro que compartí con ellos. Era nocturno, espacio temporal que les define. Disparar de noche no es más difícil que de día, pero si queda enmarcado en un parámetro situacional distinto. Lo complejo en sí mismo no estriba en apuntar y hacer fuego, sino en moverse por un lugar desconocido en el que puede haber trampas explosivas o adversarios ocultos; el hacerlo por lugares abruptos y visionando lo que nos rodea a través de monoculares o gafas binoculares nocturnas que restringen mucho la percepción sobre lo que es el entorno; de tener que identificar aquello que puede ser o no un blanco de noche; de apuntar el arma personal sin dejar de llevar puesto el sistema personal de visión; de encarar bien cuando se viste un chaleco con gruesas placas antibala y se lleva mucho equipo en él; de concentrar el fuego donde se desea para acabar con la amenaza,…, situaciones complementarias y complejas que hacen que lo que en primera medida puede parecer fácil no lo sea ni un ápice.
Consolidar ese tipo de potenciales para una determinada misión lleva su tiempo y exige de voluntad personal y de dedicación. Es un trabajo difícil y en muchos casos poco valorado por las propias estructuras militares y por la sociedad. Por todo lo señalado, estas páginas, que buscan una reflexión genérica sobre un concepto de operaciones militares que está en boga y que lo estará más en los próximos años, buscan hacer ver el esfuerzo que hacen militares de distintos países especializados en OE’s. En España, tanto el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del ET, con sus cuatro Grupos (GOE’s) y la Unidad de Operaciones Especiales (UOE), como la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Infantería de Marina en la Armada o el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército del Aire forman, junto a los elementos del Mando Conjunto de OE’s (MCOE), un colectivo pequeño pero muy capaz. Los recursos del Estado en general y los del Ministerio de Defensa en particular tienen que estar dispuestos para garantizar que tengan todo aquello que puedan requerir para sus despliegues y misiones. En AASIAS.com disponemos de equipo de alto nivel que les puede ser positivo en sus objetivos y quedamos a su disposición para cualquier información o demostración del mismo.
Texto: Octavio Díaz Cámara ® Fotos: Octavio Díaz Cámara ®, USN, USMC
Artículo publicado en la revista Tactical Online Diciembre Enero 2019
